El maltrato doméstico en Carolina del Norte, como en cualquier otro lugar, tiene dos caras. Por un lado, en muchos casos no hay duda de que una víctima ha resultado herida -a veces mortalmente- por malos tratos. Por otro lado, a veces se da el caso de que una acusación de violencia doméstica se ha hecho para influir en un asunto de derecho de familia, como un divorcio pendiente o un caso de custodia de menores, sin ninguna base fáctica que lo apoye.
Las denuncias de violencia doméstica son siempre asuntos graves, sea cual sea la causa o la verdad subyacente, y no investigarlas con prontitud y detenimiento perjudica a todas las partes implicadas.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, los grupos de defensa, los fiscales y los abogados penalistas experimentados de Carolina del Norte lo saben bien. Todos ellos coinciden en que una demanda por abuso doméstico no es un asunto trivial y que debe ser examinado a fondo para que los investigadores puedan llegar a una conclusión precisa y tomar las medidas apropiadas.
Ésa es precisamente la razón por la que algunos departamentos de policía del Estado se están sirviendo de una nueva herramienta de evaluación del peligro en un entorno familiar y del papel que deben desempeñar adecuadamente al responder a una denuncia de malos tratos.
Esa herramienta es un "protocolo de preguntas y respuestas" denominado Programa de Evaluación de la Letalidad. Funciona como un cuestionario con 11 preguntas específicas que un agente que responde plantea a una persona que ha pedido ayuda. Las respuestas afirmativas a determinadas preguntas -o a un número umbral de preguntas- dan lugar a la derivación a un asesor en violencia doméstica. Aunque esa remisión es una mera recomendación, no un mandato, ha dado lugar a llamadas en la mayoría de los casos.
Por su propia naturaleza, la violencia doméstica es un tema triste y delicado. Es evidente que las víctimas necesitan una protección firme e inmediata, pero también los acusados.
Los relatos de los medios de comunicación indican claramente que las acusaciones falsas de abuso doméstico no son eventos singulares. Debido a esa realidad, cada persona que ha sido arrestado por violencia doméstica o se enfrenta a un cargo criminal relacionado con el abuso necesita una fuerte asistencia de un abogado de defensa de violencia doméstica probada.
Fuente: Winston-Salem Journal, "La policía de Carolina del Norte tiene una nueva herramienta para la violencia doméstica", Associated Press, 7 de abril de 2014.