Tanto los conductores como los pasajeros pueden adoptar diversas medidas para reducir las probabilidades de accidente o las consecuencias de un siniestro en caso de que se produzca. Por ejemplo, todas las personas que viajan en un vehículo deben llevar puesto el cinturón de seguridad. Por desgracia, algunas personas no lo hacen, ya sea porque simplemente no les importa o porque se olvidan accidentalmente de abrochárselo. No llevar puesto el cinturón de seguridad puede ser peligroso en caso de accidente y puede haber momentos en los que este comportamiento sea más habitual.
Según los datos facilitados por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera, el uso del cinturón de seguridad era menos frecuente entre los fallecidos en accidentes de tráfico ocurridos durante la noche en comparación con los accidentes ocurridos durante el día. De hecho, un gráfico que mostraba el uso de sistemas de retención y la hora del día mostraba que, en general, el uso de sistemas de retención disminuía aún más a medida que avanzaba la noche, repuntando en las primeras horas de la mañana.
Por desgracia, llevar puesto el cinturón de seguridad no siempre evita la pérdida de vidas. Desde conductores intoxicados hasta aquellos que ignoran el límite de velocidad, hay muchas razones por las que la gente fallece en accidentes causados por la negligencia de otro conductor. Si su ser querido perdió la vida en un accidente provocado por un conductor irresponsable, es importante que investigue todos los detalles relevantes que puedan influir en el caso en caso de que decida emprender acciones legales. Trágicamente, los conductores imprudentes seguirán cobrándose más vidas y provocando lesiones debilitantes.