La planificación patrimonial es el proceso de organizar cómo deben gestionarse o distribuirse sus propiedades en caso de que usted quede incapacitado o tras su fallecimiento. Como resultado, podrá disfrutar de la tranquilidad de saber que sus intereses y los de sus seres queridos están protegidos, tanto en el presente como en el futuro.
Esencialmente, la planificación de la sucesión es una especie de actividad "doméstica" con numerosas ventajas. Además de disfrutar de tranquilidad, la elaboración de un plan de sucesión tiene otras ventajas;
En pocas palabras, dedicar tiempo a preparar su plan sucesorio, por pequeña o grande que sea su propiedad, garantiza una continuidad sin sobresaltos de sus asuntos en caso de que usted quede incapacitado o ausente para gestionarlos.
El número de documentos que debe preparar puede variar en función de su situación. Pero, básicamente, necesitarás un testamento, un poder notarial duradero, una carta de intenciones, un poder notarial para la atención sanitaria y la designación de beneficiarios.
Las designaciones de beneficiarios se refieren a los destinatarios de activos en cuentas financieras, pólizas de seguros, etc. A menudo, estos pueden recibir los bienes asignados incluso sin testamento, ya que los contratos que tiene con dichas instituciones son vinculantes.
Este documento designa a un representante para que tome sus decisiones sanitarias en caso de que usted quede incapacitado. Puede ser su cónyuge o alguien en quien confíe para que tome decisiones acertadas en su nombre.
Un poder notarial duradero (POA) designa a un agente para que actúe en su nombre en caso de que usted no pueda hacerlo. Otorga al apoderado la facultad de tomar decisiones patrimoniales hasta el momento en que usted pueda hacerlo, o en caso de fallecimiento. Tenga en cuenta que puede revocar o revisar un poder duradero siempre que lo desee.
Una carta de intenciones es donde usted da instrucciones sobre cualquier otro pequeño detalle que considere crucial, como peticiones especiales relativas, por ejemplo, a los arreglos funerarios, etcétera. Esencialmente, contiene detalles que no cree necesario incluir en el testamento.
Quizás sea el documento más detallado. Debe detallar cómo se distribuye hasta la última de sus propiedades. Es esencial preparar su testamento para asegurarse de que su patrimonio se distribuye como usted desea, y proteger así a sus beneficiarios de las batallas judiciales y extrajudiciales. Sin embargo, recuerde que el testamento debe ser coherente con otros documentos. Por ejemplo, si sus hijos son los beneficiarios designados para su seguro, el testamento debe indicarlo.
Aunque preparar estos documentos puede ser tedioso y llevar mucho tiempo, sus beneficios merecen la pena. En caso de desgracia o fallecimiento prematuro, sus beneficiarios tienen garantizada una transición más suave. Perderle o verle incapacitado es ya una pesada carga emocional. Planificar su patrimonio aligera la carga.