Desde beber mientras se conduce hasta sobrepasar el límite de velocidad y salir a la carretera en periodos de fuertes nevadas, hay una serie de riesgos que los conductores deben vigilar y que pueden provocar una colisión mortal. Además, algunos conductores, como los adolescentes que padecen Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pueden ser especialmente propensos a mostrar un comportamiento arriesgado en la carretera y provocar una colisión automovilística. Si tiene un hijo adolescente con TDAH, es importante que se asegure de que recibe tratamiento y de que ambos comprenden los riesgos a los que se enfrenta mientras conduce.
La U.S. Food and Drug Administration afirma que los conductores adolescentes con TDAH que no reciben tratamiento tienen más probabilidades de correr riesgos en la carretera. De hecho, los CDC informan de que los conductores adolescentes que padecen TDAH y no reciben tratamiento tienen el doble de probabilidades de verse implicados en un accidente de tráfico. colisión de tráfico. La FDA también afirma que los conductores adolescentes con TDAH no tratado tienen más probabilidades de conducir bajo los efectos del alcohol.
Aparte de los accidentes de coche, hay otras formas en las que el TDAH puede afectar negativamente a la vida de un niño si no se trata. Lamentablemente, los accidentes automovilísticos causados por los síntomas del TDAH se han cobrado vidas y han dejado a muchas más personas con lesiones debilitantes. Si usted fue atropellado por un conductor que padece TDAH y cree que esto desempeñó un papel clave en el accidente, es vital que examine sus opciones legales y es posible que tenga que plantear esta cuestión ante los tribunales.