Muchas muertes por accidentes de tráfico están directamente relacionadas con comportamientos peligrosos e imprudentes al volante. Estos comportamientos afectan a todos los conductores, incluso a los que respetan las leyes de tráfico y se comportan correctamente al volante. Según el Instituto de Seguros para la Seguridad en Carretera, hubo 1,437 muertes de tráfico en Carolina del Norte en 2018. Eso significa que hubo 13,8 muertes por cada 100.000 personas en el estado. Estos son algunos de los comportamientos más peligrosos que pueden provocar accidentes, lesiones e incluso la pérdida de la vida en casos graves.
El exceso de velocidad no sólo aumenta el riesgo de accidente, sino también la posibilidad de sufrir lesiones graves. Los conductores deben respetar el límite de velocidad establecido, pero también deben mantener una velocidad segura en función de las condiciones meteorológicas del momento. Por ejemplo, si está lloviendo, los conductores deben ir más despacio que el límite de velocidad.
Las distracciones al volante van desde utilizar un dispositivo móvil al volante hasta comer mientras se conduce. Las distracciones pueden ser cognitivas, visuales y manuales. Las distracciones cognitivas se producen cuando su mente no está en el acto de conducir, mientras que las distracciones visuales y manuales implican apartar los ojos de la carretera y quitar las manos del volante.
Conducir bajo los efectos de las drogas y el alcohol afecta a la capacidad de juicio y a la coordinación ojo-mano. También reduce el tiempo de reacción, lo que hace menos probable que los conductores reaccionen adecuadamente ante situaciones inesperadas.
Al igual que la conducción bajo los efectos del alcohol, la conducción con somnolencia o fatiga también causa daños. La fatiga del conductor es a menudo un factor que contribuye a los accidentes de camiones, que se producen después de que los camioneros comerciales han registrado muchas largas horas en la carretera.
Comúnmente conocida como "furia al volante", algunos conductores se dejan llevar por sus emociones cuando están al volante. Esto puede provocar que se les siga de cerca, que corten el paso a otros conductores en el tráfico y que se paren delante del vehículo, todo lo cual conduce a accidentes graves.