Girados hasta las dos: los pediatras dan marcha atrás en las directrices sobre sillas de seguridad infantil

La Academia Americana de Pediatras acaba de dar marcha atrás en las directrices de seguridad infantil vigentes desde hace varios años. Los médicos recomiendan ahora a los padres que los niños permanezcan en asientos de seguridad orientados hacia atrás al menos hasta los dos años de edad. Las nuevas recomendaciones también insisten en que los niños deben ir sujetos en asientos de seguridad con arneses de cinco puntos que se abrochen en los hombros, las caderas y entre las piernas.

Los padres también deben esperar a cambiar a los niños a los asientos elevadores hasta que el niño supere las restricciones de peso del asiento de seguridad infantil con arneses de cinco puntos, y no deben moverse de un asiento elevador hasta que midan más de cuatro pies y nueve pulgadas.

Los cambios se produjeron después de que los pediatras de urgencias empezaran a examinar los datos sobre lesiones sufridas por los niños en accidentes de tráfico y determinaran que los niños tenían más probabilidades de lesionarse en los asientos orientados hacia delante.

El gobierno federal está siguiendo el ejemplo de la comunidad médica y cambiando también sus directrices sobre los asientos de seguridad para niños.

Los padres deben confirmar que los asientos infantiles cumplen las nuevas directrices

Es posible que los padres tengan que confirmar qué pautas deben seguir para sus hijos pequeños. La edad, el peso y la altura del niño pueden ser factores que determinen qué recomendación es adecuada para él.

Es posible que a los padres les preocupe oír que las directrices sobre las sillas de seguridad para niños, vigentes desde hace años, están cambiando, pero los cambios se han producido por una buena razón. Los investigadores descubrieron que los niños que viajaban en asientos orientados hacia delante en la fila trasera tenían muchas más probabilidades de sufrir lesiones en un accidente de tráfico. De hecho, según los investigadores, las sillas de seguridad orientadas hacia atrás actúan como un "capullo" para el niño.

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