La Administración de la Seguridad Social acepta solicitudes de incapacidad para aquellas personas que ganan lo suficiente a lo largo de los años para cotizar al sistema. Sin embargo, la solicitud no significa la aprobación automática de los pagos por incapacidad y suelen producirse denegaciones.
Los motivos de una denegación de ayuda varían, pero algunos se dan con más frecuencia. Con tantos términos y condiciones que se exigen a la solicitud, los errores ocurren. Descubra algunos de los problemas habituales que dan lugar a una denegación de las prestaciones de la Seguridad Social.
Para tener derecho a la invalidez, el solicitante debe presentar prueba de una enfermedad aceptada. Para ello se necesitan pruebas médicas exhaustivas y un historial detallado. Algunas denegaciones se producen porque los historiales médicos no contienen el tipo de detalle que exige la administración. Otras denegaciones se producen cuando no hay pruebas suficientes de que la enfermedad incapacita al solicitante para el trabajo.
Las directrices para los pagos de la Seguridad Social incluyen una contingencia de ingresos. Algunos solicitantes pueden ganar demasiado dinero para tener derecho a la Seguridad Social, incluso si caen enfermos o se lesionan. Otras veces, un solicitante puede no haber cotizado lo suficiente al sistema como para justificar una retirada.
Los historiales médicos incluyen los planes de tratamiento recomendados por los médicos. Si se produce una incapacidad porque el solicitante no siguió un tratamiento razonable, entonces La Seguridad Social puede no aprobar los pagos. Dado que es posible que la enfermedad hubiera mejorado si el solicitante hubiera seguido el tratamiento prescrito, la administración puede no considerar oportuno conceder el dinero por incapacidad.
La denegación de las prestaciones de la Seguridad Social no significa que el solicitante no vaya a recibir nunca una ayuda. Una nueva presentación de la solicitud o un recurso pueden dar un resultado positivo.