Existen varios mitos sobre los testamentos. Uno de ellos es que hay que ser rico para beneficiarse de un testamento. Otro mito es que una persona no necesita un testamento hasta que es mayor. Sin embargo, estos mitos no son ciertos.
Independientemente de su patrimonio, a la mayoría de las personas les conviene tener un testamento. Esto se debe a que la mayoría de la gente se preocupa por lo que pueda ocurrir después de su muerte.
Personas de todas las edades pueden plantearse redactar un testamento. No hay forma de saber lo que nos deparará el futuro. Esto significa que si tiene preferenciaspuede ser beneficioso darlas a conocer cuanto antes.
Tres de las preferencias que puede abordar un testamento son:
Si fallece sin testamento, las leyes de Carolina del Norte determinarán lo que sucede a continuación. Decidirá quién cuidará de sus hijos menores. También decidirá quién recibirá sus bienes y cómo se dividirán.
Estas leyes existen para evitar problemas. Sin embargo, no tienen en cuenta tus relaciones y preferencias particulares.
Un testamento le permite evitar que se aplique a su situación este enfoque uniformizador. Para ello permitiéndole elegir lo que quieres que ocurra después de tu muerte.
Un testamento también puede ser beneficioso porque le permite desheredar a alguien que de otro modo heredaría de usted. También puede ayudar a que el proceso sucesorio sea más rápido y sencillo para sus seres queridos.
También puede utilizar su testamento para seleccionar a alguien de confianza que se encargue de encontrar sus bienes y administrarlos hasta que puedan pasar a manos de sus seres queridos. Esta persona también será la encargada de distribuir esos bienes de acuerdo con la información de tu testamento.
La decisión de redactar un testamento puede ser muy personal. Si no está seguro de si un testamento es adecuado para usted, puede resultarle útil pensar en lo que desea que suceda después de su fallecimiento. A continuación, puede considerar si un testamento le ayudaría a garantizar que esos deseos se cumplan.