Hoy en día, los vehículos autónomos -también conocidos como coches que se conducen solos- han salido del reino de la ciencia ficción y se han hecho un hueco entre los habituales coches diésel, de gasolina y eléctricos. Esto está cambiando el panorama de la conducción y desafiando lo que sabemos sobre las leyes relacionadas con la delincuencia en la carretera.
Por ejemplo, ¿quién tiene la culpa si un coche autoconducido acaba multando al conductor? ¿Sigue siendo culpable el conductor a pesar de no llevar el coche en ese momento?
Ya en 2018, Forbes informó sobre el primer caso de multa al conductor de un coche autónomo. El agente de San Francisco multó al vehículo por no ceder el paso a un peatón, supuestamente "acercándose demasiado". General Motors rebatió esta afirmación, afirmando que los sensores a bordo del vehículo mostraban que el peatón se encontraba a no menos de 3,5 metros del vehículo mientras estaba en modo de conducción autónoma.
A lo largo de las pruebas de estos vehículos en otras zonas, también se han registrado otras infracciones de tráfico. Entre ellas, saltarse semáforos en rojo, infringir las normas del carril bici y conducir demasiado despacio. Sin embargo, en ninguno de estos incidentes se habían documentado casos de multas hasta el mencionado caso de 2018.
En este nuevo campo, nadie sabe a quién hay que culpar de las infracciones de tráfico. ¿Pueden multar a un robot? ¿Y el propietario? ¿Debe la ley responsabilizar a los conductores de las acciones que realiza un coche sin ellos?
Si te multan por acciones que hizo tu coche sin conductor, no te limites a pagar la multa. Puede que merezca la pena luchar contra ella.